martes, 25 de agosto de 2009

Pero la universidad... ¿qué es lo que es?


Cuando llegué a Hong Kong para ser lectora en una de las 8 universidades que hay por aquí desparramadas, una bellísima persona me preguntó sesudamente cual era el fin de las universidades actualmente. Yo que estaba en mi nube de recién aterrizada, que no sabía ni donde estaba la parada de autobús de mi casa, no acerté a decir más que cuatro gruñidos con dos risas.

Quiero seguir pensando que la universidad es centro de conocimiento..., pero se me deshace la idea encuanto ésta empieza a recién aparecer. Las veces que he oído decir en voz alta que la universidad está para hacer dinero, la gente se sobrecoge discretamente como cuando un niño dice en el ascensor "mira que señora más fea" todos se sonríen (menos la señora fea, claro) y todos piensan "hay que ver que fea es" le dedican una sonrisa al niño y se van, pelín avergonzados. No se quiere reconocer abiertamente, pero todos lo piensan.
Se cancelan cursos si no hay un número determinado de alumnos. ¿Por qué? ¿No es rentable? No es rentable... pero..¿Para quién? ¿Para el profesor que se queda sin grupo? ¿para el estudiante que se queda sin grupo? o ¿para la universidad-centro del conocimiento?

Pasados dos años y sabiendo donde está ya la parada de autobús, podría contestar casi lo mismo: grgrgr, jejeje...

1 comentario:

  1. La universidad es cada vez más eso: un modo de hacer dinero como otro cualquiera, y más en una ciudad como HK, donde sacar dinero, trabajar, tiene tanta importancia.
    Yo creo que tienen que ser centros de conocimiento, pero imagino que en estos tiempos que corren necesitan, además de eso, mantenerse sin aprietos. En el caso de las lenguas, pienso que normalmente les dan dinero, son cursos agradecidos y con mucha demanda, pero al mismo tiempo, al menos en HK, no gozan de mucho prestigio. Vamos a ver qué pasa con la reforma curricular que se supone va a cambiarlo todo, y comprobemos en qué lugar quedará el estudio de lenguas extranjeras en los nuevos programas de las universidades. Confiemos en que el criterio de rentabilidad no pase por encima de las necesidades de estudiantes y, por supuesto, los profesores que estudian y trabajan en ella.

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